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VESPERAE SOLENNES DE CONFESSORE K. 339 – BILBAO
28/03/2018 & 20:00 - 21:30
KAMMERPHILARMONIA DEL PAÍS VASCO – EUSKAL KAMMERPHILARMONIA
Iglesia de la Encarnación – Atxuri (Bilbao) 20:00h
Programa: W. A, Mozart
Sinfonia en Mib Mayor – K 543
Vesperae Solennes de Confessore – K 339
Ave Verum Corpus
Olatz Saitua, soprano
Ainhoa Zubillaga, mezzosoprano
Igor Peral, tenor
José Manuel Díaz, bajo
Orquesta Kammerphilarmonía del País Vasco
Doinuzahar Kamara Abesbatza (Dir. Laura Nardi Remonda)
Ricardo Sciammarella, director
En 2010 el director Ricardo Sciammarella fundó la Kammerphilharmonia del País Vasco, un nuevo y dinámico conjunto de cámara con base en San Sebastián (España) y San Juan de Luz (Francia), integrado por los mejores músicos provenientes de las Orquestas Sinfonicas de Bilbao y Euskadi, siendo la primera orquesta de cámara con status profesional que trabaja a ambos lados de la frontera hispano-francesa.
La Sinfonía 39 estrenada en una fecha incierta tras su muerte, la escribió Mozart junto con la 40 y la 41, en uno de los momentos más duros de su vida. Su situación económica era muy precaria, su ópera Don Giovanni no había gustado en Viena (a pesar de que se había estrenado con gran éxito en Praga), y, por si fuera poco, tres días después de terminar la 39 muere su hija Teresa, nacida el año anterior.
De las cuarenta y una sinfonías escritas, las tres últimas, las 39, 40 y 41, son las más célebres y de mayor calidad artística. No se sabe por qué Mozart se vio forzado a escribirlas en un tiempo record de seis semanas, durante el verano de 1788.
Las Vesperæ solennes de confessore en Do Mayor – K 339, fueron escritas en 1780, el año siguiente en que Mozart regresó a su ciudad natal para tomar con reticencia el puesto de organista de la corte de Jerónimo de Colloredo, el Príncipe-Arzobispo de Salzburgo. Sus deberes incluían tocar en la catedral, en la corte y en la capilla, además de ser director del coro infantil. Durante este periodo, Mozart compuso la Misa Coronación y dos hermosos ciclos de Vísperas, junto con la Misa Solemnis y el Regina coeli. Aún con toda esta carga, Colloredo no estaba satisfecho.